LA NATURALEZA Y YO
jueves, 12 de febrero de 2015
miércoles, 11 de febrero de 2015
EL ATOMO, TEORIA ATOMICA
Teoría atómica de la materia
Viendo alrededor, la gama de colores, texturas y todas las características de la materia que lo rodean: los
colores de un paisaje, el brillo de una fotografía, la textura de las telas, la solubilidad del azúcar en una taza
de café, la transparencia del vidrio, Los materiales de nuestro mundo tienen una variedad aparentemente
infinita, que inspira poemas, pinturas hermosas, símbolos patrios, emblemas de honor, hasta liturgias de
profundo significado; los materiales de nuestro mundo exhiben una variedad sorprendente.
Las propiedades se clasifican de diferente forma, pero ¿cómo las comprendemos y las ex plicamos? ¿Qué
hace que los diamantes sean duros, mientras que la sal de mesa es quebradiza y se disuelve en agua? ¿Por
qué el papel se quema y el agua apaga el fuego? La estructura y el comportamiento de los átomos es la clave
para entender las propiedades físicas y químicas de la materia.
Es alucinante que la diversidad de las propiedades que se ven a nuestro alrededor proviene de
aproximadamente 100 elementos diferentes, y por tanto de alrededor de 100 tipos de átomos químicamente
distintos.
En esta unidad se comenzará a explorar el fascinante mundo de los átomos, que solo se ha podido
comprender claramente a través de diferentes métodos experimentales. Se analizará la estructura básica del
átomo, su descripción y análisis, para comprenderlo y así lograr adentrarse en el fascinante mundo de la
química.
1. El átomo y las partículas subatómicas fundamentales
La historia del átomo precede a los tiempos en que caminó Jesucristo en la tierra; Demócrito (460–370 a.C.)
y otros filósofos griegos pensaban que el mundo material estaba formado de partículas indivisibles a las que
llamaron “átomos”, que significa “indivisible o infragmentable”. Más tarde Platón y Aristóteles propusieron
la idea de que no podía haber partículas indivisibles. La perspectiva “atómica” de la materia se desvaneció
por muchos siglos, durante los cuales la filosofía aristotélica dominó la cultura occidental.
La idea del átomo resurgió en Europa durante el siglo XVII, cuando los científicos de la época intentaron
explicar las propiedades de los gases. Isaac Newton (1642-1727), el más famoso de la época, se declaró a
favor de la idea del átomo. A medida que los químicos aprendían a medir las cantidades de elementos que
reaccionan entre sí para formar nuevas sustancias, se establecían los cimientos para una teoría atómica. John
Dalton, durante el período de 1803 a 1807, hizo resurgir esa teoría en base a sus trabajos. Los postulados
que incluía la teoría atómica de Dalton fueron:
a. Cada elemento está formado por partículas extremadamente pequeñas llamadas átomos.
b. Todos los átomos de un mismo elemento dado son idénticos entre sí, en masa y otras propiedades,
pero los átomos de un elemento son diferentes a los átomos de otro elemento.
c. Los átomos de un elemento dado no pueden transformarse en átomos de otro elemento mediante
reacciones químicas; los átomos no se crean ni se destruyen en reacciones químicas.
d. Los compuestos se forman cuando los átomos de más de un elemento se combinan; un compuesto
dado siempre tiene el mismo número relativo y tipo de átomos.
Para que una teoría tenga éxito, no solo debe explicar las observaciones conocidas, sino también predecir
correctamente el resultado de eventos y experimentos aún no conocidos.
La teoría de Dalton explica varias leyes sencillas sobre combinación química que se formularon en esa época,
como la “ley de composición constante” yla “ley de conservación de la masa”, y que aún hoy siguen siendo
leyes comprobadas del funcionamiento de las reacciones químicas.
Ni Dalton ni los científicos de su época contaron con evidencias directas de la existencia de los átomos. En la
actualidad podemos utilizar poderosos instrumentos para determinar propiedades de átomos individuales e
incluso obtener imágenes de ellos. Más aún, ahora sabemos que los átomos se componen de partículas
subatómicas aún más pequeñas.
En un artículo científico publicado en 1897, de J.J. Thomson, resumió sus observaciones experimentales de
los rayos catódicos, y concluyó que estos son un haz de partículas con carga negativa. El artículo de Thomson
se acepta en general como el “descubrimiento” de lo que después se conoció como el electrón. Además sus
mediciones dieron a conocer la relación carga-masa del electrón, resultando un valor de 1.76 X 10
8 coulombs por gramos.
En 1909, Robert Millikan (1868 – 1953), logró medir la carga de un electrón, por medio de un experimento a
partir de unas gotas de aceite que habían capturado electrones adicionales, hizo mediciones de voltaje con
respecto a la velocidad de caída de las gotitas de aceite entre dos placas. Su experimento mostró que las
cargas eran siempre múltiplos enteros de 1.602 X 10
-19
C, lo cual dedujo era la carga de un solo electrón.
Utilizando el valor experimental de la carga del electrón, y su relación carga-masa de Thomson se determina
que la masa del electrón conduce a un resultado de 9.10 X 10
-28
g. Este resultado coincide con el valor
actualmente aceptado para la masa del electrón, 9.109382 X 10
-28
g. Esta masa es aproximadamente 2000
veces más pequeña que la del hidrógeno, el átomo más ligero.
Reflexionando las consecuencias de los experimentos de Thomson con rayos catódicos, como la materia en
su conjunto es eléctricamente neutra, el hecho de que los átomos de un electrodo puedan generar partículas
cargadas negativamente (electrones) debe significar que esos mismos átomos contienen partículas cargadas
positivamente. La búsqueda de esas partículas llevó a Ernest Rutherford (1871 – 1937) a realizar un
experimento crucial, cuyos resultados fueron publicados en 1911.
El trabajo de Rutherford implicó un rayo de partículas alfa, un tipo de emisión descubierta de elementos
radiactivos. Cuando Rutherford dirigió un rayo de partículas alfa a una delgada lámina de oro, vio que casi
todas las partículas pasaban de la lámina sin sufrir ninguna desviación. Sin embargo, un número muy
pequeño de ellas (alrededor de 1 de cada 20,000) se desviaban con cierto ángulo, mientras que algunas
rebotaban hacia la fuente de las partículas. Un acercamiento muestra que la mayor parte de un átomo
consiste en espacio vacío, en tanto que solo las partículas alfa que golpean un núcleo son desviadas.
Rutherford explicó sus resultados con la propuesta de que un átomo de metal debe consistir,
casi por completo, en espacio vacío, y su masa debe estar concentrada en una parte central muy pequeña, a la que llamó núcleo. Si el núcleo contiene las cargas positivas del átomo y la mayor parte de su masa, mientras los electrones están relativamente a una distancia grande de aquél, entonces quedaba claro por qué se observaba la dispersión resultante: la mayoría de las partículas alfa encontraba espacio vacío al llegar a la lámina. Sólo cuando una partícula alfa positiva pasaba cerca de un núcleo positivo, pequeño pero ma sivo, era repelida con fuerza suficiente para hacerla rebotar.
Las mediciones modernas demuestran que un átomo tiene un diámetro aproximado de 10
-10
m y que el
núcleo es de cerca de 10
-15
m. No obstante, a partir de estos números, es difícil imaginar lo pequeño que en
realidad es un núcleo, para fines de comparación, piense que si un átomo fuera del tamaño de un estadio
techado, el núcleo tendría el tamaño aproximado de un guisante situado en el centro de la cancha.
Experimentos adicionales de Rutherford y otros en el período que va de 1910 a 1930 demostraron que el
núcleo está compuesto de dos clases de partículas, llamadas protones y neutrones. Los protones tienen una
masa de 1.672622 X 10
-24
g (alrededor de 1836 veces más grande que la del electrón) y carga positiva. Como
la carga de un protón es de signo contrario, pero de igual magnitud que la de un electrón, los números de
protones y electrones de un átomo neutro son iguales. Los neutrones (1.674927 X 10
-24
g) son casi idénticos
a los protones en cuanto a su masa, aunque no tienen carga, y el número de neutrones en un núcleo no se
relaciona de manera directa con el de protones y electrones. En la tabla 1 se hace una comparación de las
tres partículas subatómicas fundamentales, en tanto que brinda un panorama proximal del átomo.
Partícula Masa Carga
gramos uma* Coulombs e
Electrón 9.109382 X 10
-28
5.485799 X 10
-4
- 1.602176 X 10
-19
- 1
Protón 1.672622 X 10
-24
1.007276 + 1.602176 X 10
-19
+ 1
Neutrón 1.674927 X 10
-24
1.008665 0 0
Tabla 1. Comparación de las partículas subatómicas
*La unidad de masa atómica (uma) se definirá más adelante.
Partícula Masa Carga
gramos uma* Coulombs e
Electrón 9.109382 X 10
-28
5.485799 X 10
-4
- 1.602176 X 10
-19
- 1
Protón 1.672622 X 10
-24
1.007276 + 1.602176 X 10
-19
+ 1
Neutrón 1.674927 X 10
-24
1.008665 0 0
Tabla 1. Comparación de las partículas subatómicas
*La unidad de masa atómica (uma) se definirá más adelante.
2. Número atómico y másico
El descubrimiento de las subpartículas fundamentales del átomo dio pie a una caracterización atómica. Lo
que hace que un átomo de un elemento sea diferente de un átomo de otro elemento es que los átomos de
cada elemento tienen un número característico de protones. Definiendo dos términos útiles para caracterizar
un átomo.
El número atómico “Z”, se concibió como el número de protones que posee un átomo determinado
El número másico “A” es el número total de protones y neutrones.
En base a las definiciones anteriores se pueden hacer las
consideraciones siguientes: el número total de electrones en un
átomo es igual a Z porque el átomo es eléctricamente neutro, el
número de neutrones es A – Z. Un electrón posee una unidad
atómica de carga negativa, y un protón posee una unidad
atómica de carga positiva, y un neutrón es eléctricamente
neutro.
La forma de escribir el número atómico para un elemento
químico es colocándolo como un subíndice a la izquierda del
símbolo del elemento correspondiente, y el número másico se
coloca como un superíndice a la izquierda del símbolo del
elemento.
Como todos los átomos de un elemento determinado tienen el mismo número atómico, el subíndice es
redundante y con frecuencia se omite. Así el símbolo del carbono-12 puede representarse simplemente
como
12
C.
Número másico
Número Atómico
𝑁𝑒
10
22
Figura 2. Escritura del número atómico “Z”
y número másico para “A” para el Neón.
10
3. Isótopos
Los átomos de un elemento determinado pueden diferir en el número de neutrones que contienen, y como
consecuencia, en su masa. Por ejemplo, la mayoría de los átomos de carbono tienen seis neutrones, aunque
algunos tienen más y otros menos.
Esos átomos con números atómicos idénticos, pero con números de masa diferentes (es decir igual número
de protones, pero diferente número de neutrones) se conocen como isótopos, y que significa en el mismo
sitio, haciendo referencia a su ubicación en la tabla periódica. En general, se utiliza la notación con
superíndices solo al hacer referencia a un isótopo particular de un elemento.
La mayoría de los elementos químicos tienen más de un isótopo. Solamente 21 elementos (por ejemplo el
berilio o sodio) poseen un solo isótopo natural. En contraste, el estaño es el elemento con más isótopos
estables, 10.
Además, hay isótopos estables (existen menos de 300) y no estables o isótopos radiactivos (existen alrededor
de 1200). El concepto de estabilidad no es algo fijo, ya que existen isótopos semiestables, Y se debe a que
aunque son radiactivos, poseen períodos de semidesintegración extremadamente largos comparados con la
edad de la tierra.
Si la relación entre el número de protones y neutrones no es la apropiada para obtener la estabilidad nuclear,
el isótopo es radiactivo.
3.1 Otra clasificación de los isótopos
4.1.1 Isótopos naturales
Son los que se encuentran en la naturaleza. Por ejemplo el carbono-14 es un núcleo radiactivo del medio
ambiente, y se utiliza para estimar fechas en organismos que vivieron hace muchos años, organismos
fosilizados; ya que el carbono-14 posee un tiempo de vida media de 5760 años. La técnica se fundamenta en
que la cantidad de
14
C que posee un organismo en vida es constante, ese nivel se mantiene así por las
diferentes formas en que un organismo intercambia carbono con el medio ambiente, por ejemplo la
respiración de los mamíferos y la ingesta de alimentos; en el momento en que un orga nismo muere, el
carbono-14 ya no se intercambia con el medio, y su cantidad disminuye debido a reacciones nucleares; con
la ecuación correcta, y por la determinación de cantidad de carbono-14 se pueden datar edades que para los
humanos son de difícil comprensión, puesto que nos cuesta adaptarnos a la impresión de esa cantidad de
años, al tener la imposibilidad de un marco de referencia personal de ese tipo.
4.1.2 Isótopos artificiales
Son los que se producen en laboratorios por medio de bombardeos de partículas subatómicas o en las
centrales nucleares. Tienden a tener una vida muy corta, debido a su inestabilidad y radiactividad que lo
presentan. Uno de ellos es el Cesio, cuyos isótopos artificiales se utilizan en plantas nucleares de generación
eléctrica.
El hidrógeno tiene tres isótopos naturales, el protio
1
H, el deuterio
2
H y el tritio
3
H, se han logrado sintetizar
en el laboratorio otros radioisótopos, es decir que son radiactivos e inestables, por lo que su vida es corta, y
que van desde el
4
H al
7
H. El hidrógeno es el único que tiene nombres diferentes para sus isótopos de uso
corriente. El agua que conocemos como H2O es en general “óxido de protio”, puesto que es el isótopo natural
más abundante del hidrógeno, más del 99.98%. Se denomina agua pesada al "óxido de deuterio", una
molécula con composición química equivalente al agua, en la que los dos átomos de protio son sustituidos
por dos de deuterio, de forma similar el agua semipesada está formada por un átomo de protio y uno de
deuterio; existe también el agua tritiada, contiene tritio en lugar de protio y deuterio, es la forma radiactiva
del agua.
4. Radiación electromagnética
La comprensión de las estructuras electrónicas de los átomos será más fácil si se estudia primero la
interacción de la radiación electromagnética con la materia.
La radiación electromagnética es una forma de transmisión de
energía en la que los campos eléctricos y magnéticos se propagan como
ondas a través del espacio vacío (el vacío) o a través de un medio como
el vidrio. Una onda es una perturbación que transmite energía a
través del espacio o un medio material.
Un campo eléctrico es la región alrededor de una partícula cargada
eléctricamente. Se puede detectar la presencia de un campo
eléctrico midiendo la fuerza ejercida sobre un objeto cargado
eléctricamente que se encuentre dentro del campo. Un campo
magnético se encuentra a los alrededores de un imán, existen
diferencias que entre el campo eléctrico y el magnético que no se
discutirán en este material. De acuerdo con la teoría propuesta de James
Clerk Maxwell (1831 – 1879) en 1865, la radiación
electromagnética, una propagación de campo eléctrico y
magnético, se produce por una aceleración de una partícula
cargada eléctricamente. Las ondas de radio por ejemplo, son una
forma de radiación electromagnética producida por oscilaciones,
fluctuaciones de la corriente eléctrica en un circuito eléctrico
especialmente diseñado.
Figura 4. El movimiento ondulatorio más
sencillo: una onda a través de una
cuerda
12
Imagine que ata el extremo de una cuerda larga a un clavo en la pared, y sujeta el otro extremo con la mano
(figura 4). Además, que ha coloreado un pequeño segmento de la cuerda con tinta roja. Al mover la mano de
arriba abajo se produce un movimiento de onda en la cuerda. La onda viaja a lo largo de la cuerda, pero el
segmento coloreado solo se mueve de arriba abajo. La onda contiene crestas y valles, o puntos bajos donde
la cuerda está a la mayor distancia por encima de la línea central. La altura máxima de la onda se denomina
amplitud, y la distancia entre el máximo de dos crestas sucesivas o valles se denomina longitud de onda, y se
designa con la letra 𝜆. Se denomina frecuencia al número de crestas o valles que pasan por un punto dado
por unidad de tiempo, y se simboliza por la letra griega nu “𝜈”.
Una característica de la radiación electromagnética es su velocidad constante, en el vacío, 2.99792458 X 10
8
ms
-1
, que se denomina velocidad de la luz, y se representa por “c”. La relación entre esta velocidad, la frecuencia y la longitud de onda de la radiación electromagnética es: 𝑐 = 𝜈 × 𝜆.
El intervalo amplio de longitudes de onda y frecuencias genera un espectro de las radiaciones
electromagnéticas (figura 5), este hecho ilustra que la longitud de onda de la radiación electromagnética es
más corta para frecuencia alta y más larga para frecuencia baja.
Viendo alrededor, la gama de colores, texturas y todas las características de la materia que lo rodean: los
colores de un paisaje, el brillo de una fotografía, la textura de las telas, la solubilidad del azúcar en una taza
de café, la transparencia del vidrio, Los materiales de nuestro mundo tienen una variedad aparentemente
infinita, que inspira poemas, pinturas hermosas, símbolos patrios, emblemas de honor, hasta liturgias de
profundo significado; los materiales de nuestro mundo exhiben una variedad sorprendente.
Las propiedades se clasifican de diferente forma, pero ¿cómo las comprendemos y las ex plicamos? ¿Qué
hace que los diamantes sean duros, mientras que la sal de mesa es quebradiza y se disuelve en agua? ¿Por
qué el papel se quema y el agua apaga el fuego? La estructura y el comportamiento de los átomos es la clave
para entender las propiedades físicas y químicas de la materia.
Es alucinante que la diversidad de las propiedades que se ven a nuestro alrededor proviene de
aproximadamente 100 elementos diferentes, y por tanto de alrededor de 100 tipos de átomos químicamente
distintos.
En esta unidad se comenzará a explorar el fascinante mundo de los átomos, que solo se ha podido
comprender claramente a través de diferentes métodos experimentales. Se analizará la estructura básica del
átomo, su descripción y análisis, para comprenderlo y así lograr adentrarse en el fascinante mundo de la
química.
1. El átomo y las partículas subatómicas fundamentales
La historia del átomo precede a los tiempos en que caminó Jesucristo en la tierra; Demócrito (460–370 a.C.)
y otros filósofos griegos pensaban que el mundo material estaba formado de partículas indivisibles a las que
llamaron “átomos”, que significa “indivisible o infragmentable”. Más tarde Platón y Aristóteles propusieron
la idea de que no podía haber partículas indivisibles. La perspectiva “atómica” de la materia se desvaneció
por muchos siglos, durante los cuales la filosofía aristotélica dominó la cultura occidental.
La idea del átomo resurgió en Europa durante el siglo XVII, cuando los científicos de la época intentaron
explicar las propiedades de los gases. Isaac Newton (1642-1727), el más famoso de la época, se declaró a
favor de la idea del átomo. A medida que los químicos aprendían a medir las cantidades de elementos que
reaccionan entre sí para formar nuevas sustancias, se establecían los cimientos para una teoría atómica. John
Dalton, durante el período de 1803 a 1807, hizo resurgir esa teoría en base a sus trabajos. Los postulados
que incluía la teoría atómica de Dalton fueron:
a. Cada elemento está formado por partículas extremadamente pequeñas llamadas átomos.
b. Todos los átomos de un mismo elemento dado son idénticos entre sí, en masa y otras propiedades,
pero los átomos de un elemento son diferentes a los átomos de otro elemento.
c. Los átomos de un elemento dado no pueden transformarse en átomos de otro elemento mediante
reacciones químicas; los átomos no se crean ni se destruyen en reacciones químicas.
d. Los compuestos se forman cuando los átomos de más de un elemento se combinan; un compuesto
dado siempre tiene el mismo número relativo y tipo de átomos.
Para que una teoría tenga éxito, no solo debe explicar las observaciones conocidas, sino también predecir
correctamente el resultado de eventos y experimentos aún no conocidos.
La teoría de Dalton explica varias leyes sencillas sobre combinación química que se formularon en esa época,
como la “ley de composición constante” yla “ley de conservación de la masa”, y que aún hoy siguen siendo
leyes comprobadas del funcionamiento de las reacciones químicas.
Ni Dalton ni los científicos de su época contaron con evidencias directas de la existencia de los átomos. En la
actualidad podemos utilizar poderosos instrumentos para determinar propiedades de átomos individuales e
incluso obtener imágenes de ellos. Más aún, ahora sabemos que los átomos se componen de partículas
subatómicas aún más pequeñas.
En un artículo científico publicado en 1897, de J.J. Thomson, resumió sus observaciones experimentales de
los rayos catódicos, y concluyó que estos son un haz de partículas con carga negativa. El artículo de Thomson
se acepta en general como el “descubrimiento” de lo que después se conoció como el electrón. Además sus
mediciones dieron a conocer la relación carga-masa del electrón, resultando un valor de 1.76 X 10
8 coulombs por gramos.
En 1909, Robert Millikan (1868 – 1953), logró medir la carga de un electrón, por medio de un experimento a
partir de unas gotas de aceite que habían capturado electrones adicionales, hizo mediciones de voltaje con
respecto a la velocidad de caída de las gotitas de aceite entre dos placas. Su experimento mostró que las
cargas eran siempre múltiplos enteros de 1.602 X 10
-19
C, lo cual dedujo era la carga de un solo electrón.
Utilizando el valor experimental de la carga del electrón, y su relación carga-masa de Thomson se determina
que la masa del electrón conduce a un resultado de 9.10 X 10
-28
g. Este resultado coincide con el valor
actualmente aceptado para la masa del electrón, 9.109382 X 10
-28
g. Esta masa es aproximadamente 2000
veces más pequeña que la del hidrógeno, el átomo más ligero.
Reflexionando las consecuencias de los experimentos de Thomson con rayos catódicos, como la materia en
su conjunto es eléctricamente neutra, el hecho de que los átomos de un electrodo puedan generar partículas
cargadas negativamente (electrones) debe significar que esos mismos átomos contienen partículas cargadas
positivamente. La búsqueda de esas partículas llevó a Ernest Rutherford (1871 – 1937) a realizar un
experimento crucial, cuyos resultados fueron publicados en 1911.
El trabajo de Rutherford implicó un rayo de partículas alfa, un tipo de emisión descubierta de elementos
radiactivos. Cuando Rutherford dirigió un rayo de partículas alfa a una delgada lámina de oro, vio que casi
todas las partículas pasaban de la lámina sin sufrir ninguna desviación. Sin embargo, un número muy
pequeño de ellas (alrededor de 1 de cada 20,000) se desviaban con cierto ángulo, mientras que algunas
rebotaban hacia la fuente de las partículas. Un acercamiento muestra que la mayor parte de un átomo
consiste en espacio vacío, en tanto que solo las partículas alfa que golpean un núcleo son desviadas.
Rutherford explicó sus resultados con la propuesta de que un átomo de metal debe consistir,
casi por completo, en espacio vacío, y su masa debe estar concentrada en una parte central muy pequeña, a la que llamó núcleo. Si el núcleo contiene las cargas positivas del átomo y la mayor parte de su masa, mientras los electrones están relativamente a una distancia grande de aquél, entonces quedaba claro por qué se observaba la dispersión resultante: la mayoría de las partículas alfa encontraba espacio vacío al llegar a la lámina. Sólo cuando una partícula alfa positiva pasaba cerca de un núcleo positivo, pequeño pero ma sivo, era repelida con fuerza suficiente para hacerla rebotar.
Las mediciones modernas demuestran que un átomo tiene un diámetro aproximado de 10
-10
m y que el
núcleo es de cerca de 10
-15
m. No obstante, a partir de estos números, es difícil imaginar lo pequeño que en
realidad es un núcleo, para fines de comparación, piense que si un átomo fuera del tamaño de un estadio
techado, el núcleo tendría el tamaño aproximado de un guisante situado en el centro de la cancha.
Experimentos adicionales de Rutherford y otros en el período que va de 1910 a 1930 demostraron que el
núcleo está compuesto de dos clases de partículas, llamadas protones y neutrones. Los protones tienen una
masa de 1.672622 X 10
-24
g (alrededor de 1836 veces más grande que la del electrón) y carga positiva. Como
la carga de un protón es de signo contrario, pero de igual magnitud que la de un electrón, los números de
protones y electrones de un átomo neutro son iguales. Los neutrones (1.674927 X 10
-24
g) son casi idénticos
a los protones en cuanto a su masa, aunque no tienen carga, y el número de neutrones en un núcleo no se
relaciona de manera directa con el de protones y electrones. En la tabla 1 se hace una comparación de las
tres partículas subatómicas fundamentales, en tanto que brinda un panorama proximal del átomo.
Partícula Masa Carga
gramos uma* Coulombs e
Electrón 9.109382 X 10
-28
5.485799 X 10
-4
- 1.602176 X 10
-19
- 1
Protón 1.672622 X 10
-24
1.007276 + 1.602176 X 10
-19
+ 1
Neutrón 1.674927 X 10
-24
1.008665 0 0
Tabla 1. Comparación de las partículas subatómicas
*La unidad de masa atómica (uma) se definirá más adelante.
Partícula Masa Carga
gramos uma* Coulombs e
Electrón 9.109382 X 10
-28
5.485799 X 10
-4
- 1.602176 X 10
-19
- 1
Protón 1.672622 X 10
-24
1.007276 + 1.602176 X 10
-19
+ 1
Neutrón 1.674927 X 10
-24
1.008665 0 0
Tabla 1. Comparación de las partículas subatómicas
*La unidad de masa atómica (uma) se definirá más adelante.
2. Número atómico y másico
El descubrimiento de las subpartículas fundamentales del átomo dio pie a una caracterización atómica. Lo
que hace que un átomo de un elemento sea diferente de un átomo de otro elemento es que los átomos de
cada elemento tienen un número característico de protones. Definiendo dos términos útiles para caracterizar
un átomo.
El número atómico “Z”, se concibió como el número de protones que posee un átomo determinado
El número másico “A” es el número total de protones y neutrones.
En base a las definiciones anteriores se pueden hacer las
consideraciones siguientes: el número total de electrones en un
átomo es igual a Z porque el átomo es eléctricamente neutro, el
número de neutrones es A – Z. Un electrón posee una unidad
atómica de carga negativa, y un protón posee una unidad
atómica de carga positiva, y un neutrón es eléctricamente
neutro.
La forma de escribir el número atómico para un elemento
químico es colocándolo como un subíndice a la izquierda del
símbolo del elemento correspondiente, y el número másico se
coloca como un superíndice a la izquierda del símbolo del
elemento.
Como todos los átomos de un elemento determinado tienen el mismo número atómico, el subíndice es
redundante y con frecuencia se omite. Así el símbolo del carbono-12 puede representarse simplemente
como
12
C.
Número másico
Número Atómico
𝑁𝑒
10
22
Figura 2. Escritura del número atómico “Z”
y número másico para “A” para el Neón.
10
3. Isótopos
Los átomos de un elemento determinado pueden diferir en el número de neutrones que contienen, y como
consecuencia, en su masa. Por ejemplo, la mayoría de los átomos de carbono tienen seis neutrones, aunque
algunos tienen más y otros menos.
Esos átomos con números atómicos idénticos, pero con números de masa diferentes (es decir igual número
de protones, pero diferente número de neutrones) se conocen como isótopos, y que significa en el mismo
sitio, haciendo referencia a su ubicación en la tabla periódica. En general, se utiliza la notación con
superíndices solo al hacer referencia a un isótopo particular de un elemento.
La mayoría de los elementos químicos tienen más de un isótopo. Solamente 21 elementos (por ejemplo el
berilio o sodio) poseen un solo isótopo natural. En contraste, el estaño es el elemento con más isótopos
estables, 10.
Además, hay isótopos estables (existen menos de 300) y no estables o isótopos radiactivos (existen alrededor
de 1200). El concepto de estabilidad no es algo fijo, ya que existen isótopos semiestables, Y se debe a que
aunque son radiactivos, poseen períodos de semidesintegración extremadamente largos comparados con la
edad de la tierra.
Si la relación entre el número de protones y neutrones no es la apropiada para obtener la estabilidad nuclear,
el isótopo es radiactivo.
3.1 Otra clasificación de los isótopos
4.1.1 Isótopos naturales
Son los que se encuentran en la naturaleza. Por ejemplo el carbono-14 es un núcleo radiactivo del medio
ambiente, y se utiliza para estimar fechas en organismos que vivieron hace muchos años, organismos
fosilizados; ya que el carbono-14 posee un tiempo de vida media de 5760 años. La técnica se fundamenta en
que la cantidad de
14
C que posee un organismo en vida es constante, ese nivel se mantiene así por las
diferentes formas en que un organismo intercambia carbono con el medio ambiente, por ejemplo la
respiración de los mamíferos y la ingesta de alimentos; en el momento en que un orga nismo muere, el
carbono-14 ya no se intercambia con el medio, y su cantidad disminuye debido a reacciones nucleares; con
la ecuación correcta, y por la determinación de cantidad de carbono-14 se pueden datar edades que para los
humanos son de difícil comprensión, puesto que nos cuesta adaptarnos a la impresión de esa cantidad de
años, al tener la imposibilidad de un marco de referencia personal de ese tipo.
4.1.2 Isótopos artificiales
Son los que se producen en laboratorios por medio de bombardeos de partículas subatómicas o en las
centrales nucleares. Tienden a tener una vida muy corta, debido a su inestabilidad y radiactividad que lo
presentan. Uno de ellos es el Cesio, cuyos isótopos artificiales se utilizan en plantas nucleares de generación
eléctrica.
El hidrógeno tiene tres isótopos naturales, el protio
1
H, el deuterio
2
H y el tritio
3
H, se han logrado sintetizar
en el laboratorio otros radioisótopos, es decir que son radiactivos e inestables, por lo que su vida es corta, y
que van desde el
4
H al
7
H. El hidrógeno es el único que tiene nombres diferentes para sus isótopos de uso
corriente. El agua que conocemos como H2O es en general “óxido de protio”, puesto que es el isótopo natural
más abundante del hidrógeno, más del 99.98%. Se denomina agua pesada al "óxido de deuterio", una
molécula con composición química equivalente al agua, en la que los dos átomos de protio son sustituidos
por dos de deuterio, de forma similar el agua semipesada está formada por un átomo de protio y uno de
deuterio; existe también el agua tritiada, contiene tritio en lugar de protio y deuterio, es la forma radiactiva
del agua.
4. Radiación electromagnética
La comprensión de las estructuras electrónicas de los átomos será más fácil si se estudia primero la
interacción de la radiación electromagnética con la materia.
La radiación electromagnética es una forma de transmisión de
energía en la que los campos eléctricos y magnéticos se propagan como
ondas a través del espacio vacío (el vacío) o a través de un medio como
el vidrio. Una onda es una perturbación que transmite energía a
través del espacio o un medio material.
Un campo eléctrico es la región alrededor de una partícula cargada
eléctricamente. Se puede detectar la presencia de un campo
eléctrico midiendo la fuerza ejercida sobre un objeto cargado
eléctricamente que se encuentre dentro del campo. Un campo
magnético se encuentra a los alrededores de un imán, existen
diferencias que entre el campo eléctrico y el magnético que no se
discutirán en este material. De acuerdo con la teoría propuesta de James
Clerk Maxwell (1831 – 1879) en 1865, la radiación
electromagnética, una propagación de campo eléctrico y
magnético, se produce por una aceleración de una partícula
cargada eléctricamente. Las ondas de radio por ejemplo, son una
forma de radiación electromagnética producida por oscilaciones,
fluctuaciones de la corriente eléctrica en un circuito eléctrico
especialmente diseñado.
Figura 4. El movimiento ondulatorio más
sencillo: una onda a través de una
cuerda
12
Imagine que ata el extremo de una cuerda larga a un clavo en la pared, y sujeta el otro extremo con la mano
(figura 4). Además, que ha coloreado un pequeño segmento de la cuerda con tinta roja. Al mover la mano de
arriba abajo se produce un movimiento de onda en la cuerda. La onda viaja a lo largo de la cuerda, pero el
segmento coloreado solo se mueve de arriba abajo. La onda contiene crestas y valles, o puntos bajos donde
la cuerda está a la mayor distancia por encima de la línea central. La altura máxima de la onda se denomina
amplitud, y la distancia entre el máximo de dos crestas sucesivas o valles se denomina longitud de onda, y se
designa con la letra 𝜆. Se denomina frecuencia al número de crestas o valles que pasan por un punto dado
por unidad de tiempo, y se simboliza por la letra griega nu “𝜈”.
Una característica de la radiación electromagnética es su velocidad constante, en el vacío, 2.99792458 X 10
8
ms
-1
, que se denomina velocidad de la luz, y se representa por “c”. La relación entre esta velocidad, la frecuencia y la longitud de onda de la radiación electromagnética es: 𝑐 = 𝜈 × 𝜆.
El intervalo amplio de longitudes de onda y frecuencias genera un espectro de las radiaciones
electromagnéticas (figura 5), este hecho ilustra que la longitud de onda de la radiación electromagnética es
más corta para frecuencia alta y más larga para frecuencia baja.
jueves, 17 de julio de 2014
NOMENCLATURA DE COMPUESTOS INORGANICOS
Nomenclatura de compuestos químicos inorganicos
Bibliografía
Introducción
Se dice que existen miles de sustancias químicas inorgánicas, las
que están clasificadas en 5 grupos básicos: óxidos, hidróxidos, ácidos, hidruros y sales, y cada sustancias tiene un nombre común y
otro sistemático. La nomenclatura química es la parte de la Química que estudia y asigna los nombres a los elementos y compuestos que
van apareciendo con los trabajos científicos; básicamente, los nombres de las
sustancias químicas juegan un papel muy importante en el
lenguaje de la Química, por lo que la nomenclatura es su pie derecho.
Tal nomenclatura se basa en leyes al momento de asignar el nombre a una sustancia, las que fueron
elaboradas por una Comisión de Nomenclatura de Química Inorgánica de la
International Union of Pure and Applied Chemestry (IUPAC), misma que presento,
en 1921, un sistema de nomenclatura inorgánica conocido hoy como Sistema de
Nomenclatura Tradicional, que ya
no es recomendado por este organismo mundial para nombrar varias
sustancias.
Años después la IUPAC recomendó utilizar el Sistema Stock, en
honor a su autor el químico alemán Alfred Stock, muerto en 1946; más tarde
aparece el Sistema de Proporciones, recomendado también por la IUPAC, pero como
una alternativa u opción al Sistema Stock. Así pues, existen tres sistemas de nomenclatura para utilizarlos sobre las sustancias inorgánicas,
todos aprobados por la IUPAC, pero solo dos de ellos son los recomendados:
- Sistema Tradicional. Fue el primer sistema de la IUPAC; es
obsoleto, pero aun utilizado.
- Sistema Stock. Es un sistema moderno; es el sistema
oficial de la IUPAC
- Sistema de Proporciones o estequiométrico. Es una opción contemporánea de la IUPAC.
Se recalca que el nombre de una sustancia proviene de su fórmula y
de las recomendaciones enmarcadas en las leyes del sistema de nomenclatura
utilizado.
Nomenclatura de Óxidos
Para nombrar a los Óxidos Básicos solo se utiliza el Sistema
Stock; para los Óxidos Ácidos se utiliza el Sistema de Proporciones, pues la
IUPAC ya no reco- mienda utilizar el Sistema Tradicional.
Óxidos básicos. Recuérdese que estas sustancias están
formadas por oxígeno y un elemento metal. Al momento de nombrarlos se presentan dos
situaciones:
- El metal posee una sola valencia
(grupos IA, IIA y IIIA de la tabla
periódica); entonces, al pronunciar el nombre del Óxido van de
primero las palabras Óxido de
...seguidas del nombre del metal. Solo en este caso se emplea el Sistema Tradicional de nomenclatura.
Ejemplos:

-El metal posee dos o más valencias
(grupos IB, y del IV al VIIIB de la tabla periódica); entonces, el nombre se
pronuncia igual que la primera situación (Óxido de ..., seguido del nombre del metal),
agregándole al final la valencia con que actúa el metal, escrita en números
romanos y entre paréntesis; en esta situación se emplea el Sistema de Stock. Ejemplos de metales con dos valencias:

Óxidos ácidos. Recuerde que estas sustancias están
formadas por oxígeno y un elemento no-metal, y al momento de nombrarlos se
emplea el Sistema
de Proporciones o
estequiométrico, el cual toma en cuenta el sub-índice (cantidad de átomos) de
cada elemento del compuesto químico; este Sistema se auxilia de un conjunto de
prefijos, además de la formula, los que denotan o indican la cantidad o
proporción de átomos que presentan el oxígeno y el nometal del Óxido ácido.
Estos prefijos, que han sido tomados de la lengua griega clásica, se colocan antes de las palabras Óxido de …y antes del nombre del no-metal, los
cuales son:

Ejemplo: N2O3 esta fórmula está compuesta por tres átomos de oxígeno
y dos de nitrógeno; si empleamos prefijos en sustitución de los números o
cantidades de átomos, entonces el nombre de este Óxido ácido es trióxido de dinitrógeno. Como se observa, antes de
la palabra óxido se colocó el prefijo tri, formándose la palabra Trióxido
(tres átomos de Oxígeno), y antes de la palabra nitrógeno se colocó el prefijo di, formándose la palabra
dinitrógeno, (dos átomos de nitrógeno). Más ejemplos a continuación:

Nomenclatura de Hidróxidos
Para nombrar estas sustancias se emplea el Sistema de
Stock. Cuando el metal presenta 1 valencia
entonces la sustancia se nombra como Hidróxido
de…, seguido del
nombre del metal. Recuerde que el ion hidroxilo (OH) usa valencia -1.
Hidróxidos en los que el metal presenta una valencia

Nomenclatura de Ácidos
Anteriormente se indicó que los ácidos se clasifican en dos
grupos: Oxácidos e Hidrácidos.
Oxácidos. Están formados por hidrógeno (ácido), un elemento no-metal y oxígeno; en la actualidad aún se
emplea el Sistema Tradicional para nombrar a estos compuestos, mediante el empleo de ciertos prefijos* y sufijos**, así:
- Cuando el elemento no-metal posee una
valencia entonces puede formar un solo tipo de ácido; tal valencia se toma como
la más alta, por lo que se usa el sufijo ico para nombrar este ácido.
----------------------------------------------------------------------------------
*prefijo= partícula que va antepuesta (va de primero) a una
palabra.
**sufijo= partícula que va pospuesta (va de último) a una palabra,
a manera de terminación.
Ejemplo 1: se utilizara el Boro:
H3BO3 - en este ácido el boro es el no-metal
- el Boro actúa con su única valencia +3
- por lo anterior se utiliza el sufijo ico
- al nombrar la sustancia se coloca de primero la palabra ácido,
seguida del nombre del no-metal con terminación ico,
así: Ácido bórico.

Ejemplo 2: el carbono presenta dos valencias, de tal manera que, teóricamente, puede formar 2 tipos de Oxácidos, pero
en la naturaleza solo forma uno: el Ácidos carbónico
H2CO3 - en este ácido el carbono es el no-metal,
- el carbono actúa con su única valencia (+4) para ácidos
- por lo anterior se utiliza el sufijo ico
- al nombrar la sustancia se coloca de primero la palabra ácido,
seguida del nombre del no-metal con terminación ico, así: Ácido carbónico.
H2CO2 - en este ácido el carbono actúa con su menor valencia +2
- por lo anterior se utiliza el sufijo oso
- al nombrar la sustancia se coloca de primero la palabra ácido,
seguida del nombre del no-metal con terminación oso, así: Ácido carbonoso.
- Cuando el elemento no-metal tiene dos
valencias se usan entonces dos sufijos: ico,
para la valencia mayor, y oso,
para la valencia menor. Esto significa que el no-metal puede originar dos
ácidos diferentes. Ejemplo 1:
se utilizara el bromo (Br).
HBrO3 - en este ácido el bromo (Br) es el no-metal,
- el Bromo actúa con su valencia mayor +5 (hay mayor cantidad de
átomos de oxígeno).
- por lo anterior se utiliza el sufijo ico
- al nombrar la sustancia se coloca de primero la palabra ácido,
seguida del nombre del no-metal con terminación ico, así: Ácido brómico.
HBrO - aquí el bromo actúa con su menor
valencia +1,
- por lo anterior se utiliza el sufijo oso
- al nombrar la sustancia se coloca de primero la palabra ácido,
seguida del nombre del no-metal con terminación oso, así: Ácido bromoso.
- El elemento no-metal tiene tres
valencias. Se emplean los dos sufijos anteriores y un prefijo, así: ico, para la valencia mayor; oso, para la valencia media e hipo...oso, para su menor valencia.
Se deduce que el no-metal puede formar tres ácidos diferentes.
Ejemplo: se utilizara el Yodo (I).
H I O4 - el iodo actúa como no-metal y con
su mayor valencia + 7; en este ácido se presenta la mayor cantidad de oxígenos
- por lo anterior se utiliza el sufijo ico
- al nombrar la sustancia se coloca de primero la palabra ácido,
seguida del nombre del no-metal con terminación ico, así: Ácido yódico
H I O3 - el iodo actúa con su valencia
media +5, por lo que se usa la terminación oso;
disminuyen los oxígenos
- al nombrar la sustancia se coloca de primero la palabra ácido,
seguida del nombre del no-metal con terminación (sufijo) oso, así: Ácido yodoso.
H I O - el iodo actúa con su menor valencia
+1, por lo que se emplea el prefijo hipo y la terminación (sufijo) oso. Este ácido tiene la menor
cantidad de átomos de oxigeno
- al nombrar la sustancia se coloca de primero la palabra ácido, luego
el prefijo hipo y, a continuación, el nombre del no
metal con terminación oso,
así: Ácido hipoyodoso.
- El no-metal tiene 4 valencias. Se
emplean los dos sufijos anteriores y dos prefijos: per…ico
para la cuarta valencia (la más alta); ico, para la tercera valencia; oso, para la segunda valencia e hipo...oso, para la primera
valencia (la más baja).
Ejemplo: el cloro tiene 4 valencias, es decir, puede formar 4
ácidos diferentes.
HCLO4 - el cloro es el no-metal y actúa con su valencia más alta
+7, pues este ácido tiene la mayor cantidad de oxígenos
- para nombrarlo se usa de primero la palabra ácido, luego el
prefijo per,
seguido del nombre del no-metal con la terminación ico, así: Ácido perclórico.
HCLO3 - aquí el cloro actúa con su tercera valencia +5, pues este
ácido tiene menos cantidad de oxígenos que el anterior
- para nombrarlo se usa de primero la palabra ácido, luego el
nombre del no-metal con la terminación ico,
así: Ácido clórico.
HCLO2 - aquí el cloro usa su segunda valencia +3; se observa que
ha disminuido, aun mas, la cantidad de átomos de oxígeno
- al nombrarlo se usa primero la palabra ácido, luego el nombre
del no-metal con terminación oso,
así: Ácido cloroso.
HCLO - aquí el cloro emplea su valencia más
baja +1; obsérvese que el Oxígeno ha disminuido al máximo
- para nombrarlo se usa de primero la palabra ácido, luego el
prefijo hipo,
seguido del nombre del no-metal con la terminación oso, así: Ácido hipocloroso.
En resumen, dependiendo de la cantidad de valencias que presente
el elemento no-metal del ácido, entonces así se usaran los prefijos y sufijos
siguientes:

Hidrácidos. Resultan de disolver en agua los Hidruros no-metálicos. Algunos autores afirman que se emplea
el Sistema Stock para nombrar a estas sustancias, lo cual ya fue presentado en
un cuadro de la unidad anterior (unidad 6); sin embargo, de nuevo se hace con
el propósito de hacer una observación sobre la nomenclatura de estos ácidos.

Obsérvese que en el nombre del Hidrácido (última columna) va
colocado de primero la palabra ácido, seguida del nombre del no-metal con
terminación hídrico.
Bibliografía
1. de Santos, Verónica Escobar y Gladys Rodríguez de Vega. Ciencias naturales 3. Editorial
Honduras, 2004
3. Del Bosque, Francisco Recio. Química
Inorgánica. Tercera edición. Mc Graw-Hill.
México, 2005.
4. de Rodríguez, Rosa y Gustavo Adolfo Zelaya. Folleto Introducción a la Química.
Tercera
edición. Tegucigalpa, Honduras, 1987.
5. Bonnet Romero, Florencia. Química
1. Segunda edición, Oxford University Press Harla.
México, S.A. de C.V. I997.
8. Seese, William S. y G. William Daub. Química. Quinta edición.
Editorial Prentice Hall.
México, 1989
jueves, 10 de julio de 2014
SOLUCIONES QUIMICAS PRIMER AÑO DE BACHILLERATO INAC
SOLUCIONES QUIMICAS
Soluciones (o disoluciones) químicas
Una solución (o disolución) es una mezcla de dos o más componentes,
perfectamente homogénea ya que cada componente se mezcla íntimamente con el
otro, de modo tal que pierden sus características individuales. Esto último
significa que los constituyentes son indistinguibles y el conjunto se presenta
en una sola fase (sólida, líquida o gas) bien definida.
Una solución que contiene agua como solvente se llama solución
acuosa.
Si se analiza una muestra de alguna solución puede apreciarse que en
cualquier parte de ella su composición es constante.
Entonces, reiterando, llamaremos solución o disolución a las mezclas homogéneas que se encuentran en fase líquida. Es decir, las mezclas homogéneas que se presentan en fase sólida, como las aleaciones (acero, bronce, latón) o las que se hallan en fase gaseosa (aire, humo, etc.) no se les conoce como disoluciones.
Entonces, reiterando, llamaremos solución o disolución a las mezclas homogéneas que se encuentran en fase líquida. Es decir, las mezclas homogéneas que se presentan en fase sólida, como las aleaciones (acero, bronce, latón) o las que se hallan en fase gaseosa (aire, humo, etc.) no se les conoce como disoluciones.
Las mezclas de gases, tales como la atmósfera, a veces también se
consideran como soluciones.
Las soluciones son distintas de los coloides y de
las suspensiones en que las partículas del soluto son de
tamaño molecular y están dispersas uniformemente entre las moléculas del
solvente.
Las sales, los ácidos, y las bases se ionizan cuando se disuelven en el
agua
Características de las soluciones (o disoluciones):
I) Sus componente no pueden separarse por métodos físicos simples como
decantación, filtración, centrifugación, etc.
II) Sus componentes sólo pueden separase por destilación, cristalización,
cromatografía.
III) Los componentes de una solución son soluto y solvente.
soluto es aquel componente que se
encuentra en menor cantidad y es el que se disuelve. El soluto puede ser
sólido, líquido o gas, como ocurre en las bebidas gaseosas, donde el dióxido de
carbono se utiliza como gasificante de las bebidas. El azúcar se puede utilizar
como un soluto disuelto en líquidos (agua).
solvente es aquel componente que se
encuentra en mayor cantidad y es el medio que disuelve al soluto. El
solvente es aquella fase en que se encuentra la solución. Aunque un
solvente puede ser un gas, líquido o sólido, el solvente más común es el agua.(Ver: El agua como solvente).
IV) En una disolución, tanto el soluto como el solvente interactúan a nivel
de sus componentes más pequeños (moléculas, iones). Esto explica el carácter
homogéneo de las soluciones y la imposibilidad de separar sus componentes por
métodos mecánicos.
Mayor o menor concentración
Ya dijimos que las disoluciones son mezclas de dos o más sustancias, por lo
tanto se pueden mezclar agregando distintas cantidades: Para saber exactamente
la cantidad de soluto y de solvente de una disolución se
utiliza una magnitud denominada concentración.
Dependiendo de su concentración, las disoluciones se clasifican
en diluidas, concentradas, saturadas, sobresaturadas.
Diluidas: si la cantidad de soluto respecto del solvente es pequeña. Ejemplo:
una solución de 1 gramo de sal de mesa en 100 gramos de agua.
Concentradas: si la proporción de soluto con respecto del solvente es grande.
Ejemplo: una disolución de 25 gramos de sal de mesa en 100 gramos de
agua.
Saturadas: se dice que una disolución está saturada a una determinada
temperatura cuando no admite más cantidad de soluto disuelto. Ejemplo: 36
gramos de sal de mesa en 100 gramos de agua a 20º C.
Si intentamos disolver 38 gramos de sal en 100 gramos de agua, sólo se
disolvería 36 gramos y los 2 gramos restantes permanecerán en el fondo del vaso
sin disolverse.
Sobresaturadas: disolución que contiene mayor cantidad de soluto que la permitida a una
temperatura determinada. La sobresaturación se produce por enfriamientos
rápidos o por descompresiones bruscas. Ejemplo: al sacar el corcho a una
botella de refresco gaseoso.
Modo de expresar las concentraciones
Ya sabemos que la concentración de las soluciones es la cantidad de soluto
contenido en una cantidad determinada de solvente o solución. También debemos
aclarar que los términos diluida o concentrada expresan concentraciones
relativas.
Las unidades de concentración en que se expresa una
solución o disolución pueden clasificarse en unidades físicas y
enunidades químicas.
Unidades físicas de
concentración
Las unidades físicas de concentración están expresadas en función del peso y
del volumen, en forma porcentual, y son las siguientes:
a) Tanto por ciento peso/peso %P/P = (cantidad de gramos
de soluto) / (100 gramos de solución)
b) Tanto por ciento volumen/volumen %V/V = (cantidad de cc
de soluto) / (100 cc de solución)
c) Tanto por ciento peso/volumen % P/V =(cantidad de gr de
soluto)/ (100 cc de solución)
a) Porcentaje peso a peso (% P/P): indica el peso de soluto por cada
100 unidades de peso de la solución.

b) Porcentaje volumen a volumen (% V/V): se refiere al
volumen de soluto por cada 100 unidades de volumen de la solución.

c) Porcentaje peso a volumen (% P/V): indica el número de gramos de soluto que hay en cada 100 ml de solución.

Ejercicio:
Se tiene un litro de solución al 37%. ¿Cuántos litros de agua se tienen que
agregar para que quede al 4%?
Resolvamos:
El problema no indica las unidades físicas de
concentración. Se supondrá que están expresadas en % P/V.
Datos que conocemos: V = volumen, C= concentración
V1 = 1 litro
C1 = 37%
37% P/V = significa que hay 37 gramos de
soluto en 100 ml de solución (solución = soluto + solvente).
C2 = 4%
V2 = ¿?
Regla para calcular disoluciones o concentraciones
V1 • C1 =
V2 • C2
Puede expresarse en: % P/V
Reemplazando los datos que se tienen del problema, se obtiene:

Entonces, si tenemos un litro de solución al 37%; para obtener una solución al 4% es necesario tener un volumen de 9,25 litros; por lo tanto, para saber cuantos litros de agua hay que agregar al litro inicial, hacemos:
V2 – V1
= Volumen de agua agregado
9,25 –
1 = 8,25 litros
Respuesta: Se deben agregar 8,25 litros de agua
Unidades químicas de
concentración
Para expresar la concentración de las soluciones se usan también sistemas
con unidades químicas, como son:
a) Fracción molar
b) Molaridad M = (número de moles de soluto) / (1 litro de
solución)
c) Molalidad m = (número de moles de soluto) / (1 kilo de
solvente)
a) Fracción molar (Xi): se define como la relación entre los moles
de un componente (ya sea solvente o soluto) de la solución y los moles totales
presentes en la solución.



Ejercicio:
Se agregan 3 gramos de sal en una cacerola con 4 litros de agua ¿cuál es la
concentración de sal?, o dicho de otra forma ¿cuál es la concentración de la solución?
Calcular la fracción molar de solvente y de soluto: Recordemos que la
fracción molar expresa la concentración de una solución en Moles de Soluto o de
Solvente por Moles Totales de la Solución.
Solvente: agua (H2O)
Soluto: sal (NaCl)
Datos que conocemos: 3 gramos de soluto y 4.000 cm3 (4
litros) de solvente.
Con estos datos debemos resolver el problema, calculando 4 valores
significativos: moles de solvente, moles de soluto, fracción molar de
solvente y fracción molar de soluto.
Para el agua, se conoce su masa molar = M(H2O) = 18 g/mol (1 mol
de H2O contiene 18 g, formados por 2 g de H y 16 g de O).
Averiguar cuántos moles de solvente H2O) tenemos:


Para la sal (NaCl) su masa molar = M(NaCl) = 58,5 g/mol (1 mol de sal equivale a 58,5 g, formados por 23 g de Na y 35,5 g de Cl)
Averiguar cuántos moles de soluto tenemos:


Ahora que conocemos la cantidad de moles de solvente y la cantidad de moles
de soluto, podemos calcular las fracciones molares de solvente y de soluto:
Fracción molar del solvente = Xsolvente

Fracción molar del solvente (agua) = 0,99977
Fracción molar del soluto= Xsoluto

Fracción molar del soluto= 0,00023
Pero sabemos que:

Entonces: 0,99977 + 0,00023 = 1
b) Molaridad (M): Es el número de moles de soluto contenido en un litro de
solución. Una solución 4 molar (4 M) es aquella que contiene cuatro
moles de soluto por litro de solución.

Ejercicio:
¿Cuál será la molaridad de una solución que contiene 64 g
de Metanol (masa molar del metanol 32 gr/mol) en 500 ml de solución?
Datos conocidos: metanol 64 g
Masa molar del metanol: 32 g/mol
Masa de la solución: 500 ml (0,5 litro)
Primero calculamos la cantidad de moles que hay en 64 g de metanol.
Si un mol de metanol equivale a 32 g, 64 g equivalen a 2 moles
(64/32=2)
Aplicamos la fórmula:

Respuesta: 4 molar
c) Molalidad
En primer lugar debemos advertir que molalidad no es lo
mismo que molaridad por lo cual debemos evitar confundirlas
puesto que el nombre es muy parecido pero en realidad cambian mucho los
cálculos, y es un grave error pero muy frecuente.
En la molalidad relacionamos la molaridad del
soluto con el que estamos trabajando con la masa del
disolvente (en kg) que utilizamos.
La definición de molalidad es la siguiente:
Relación entre el número de moles de soluto por kilogramos de disolvente
(m)

Solubilidad
En química, la solubilidad mide la capacidad de una determinada sustancia
para disolverse en un líquido.
Algunos líquidos, tales como agua y alcohol, pueden ser disueltos en
cualquier proporción en otro solvente. Sin embargo, el azúcar tiene un límite
de solubilidad ya que al agregar cierta cantidad adicional en una solución está
dejará de solubilizarse, llamándose a esta solución saturada.
Es la proporción en que una cantidad determinada de una sustancia se
disolverá en una cantidad determinada de un líquido, a una temperatura dada.
En términos generales, es la facilidad con que un sólido puede mezclarse
homogéneamente con el agua para proporcionar una solución química.
Concepto
La solubilidad es la mayor cantidad de soluto (gramos de
sustancia) que se puede disolver en 100 gramos (g). de disolvente a una
temperatura fija, para formar una disolución saturada en cierta cantidad de
disolvente.
Las sustancias no se disuelven en igual medida en un mismo disolvente. Con
el fin de poder comparar la capacidad que tiene un disolvente para disolver un
producto dado, se utiliza una magnitud que recibe el nombre de solubilidad.
La capacidad de una determinada cantidad de líquido para disolver una
sustancia sólida no es ilimitada. Añadiendo soluto a un volumen dado de
disolvente se llega a un punto a partir del cual la disolución no admite más
soluto (un exceso de soluto se depositaría en el fondo del recipiente). Se dice
entonces que está saturada.
Pues bien, la solubilidad de una sustancia respecto de un disolvente
determinado es la concentración que corresponde al estado de saturación a una
temperatura dada.
Las solubilidades de sólidos en líquidos varían mucho de unos sistemas a
otros. Así a 20º C la solubilidad del cloruro de sodio (NaCl) en agua es 6 M
(molar) y en alcohol etílico (C2H6O), a esa misma
temperatura, es 0,009 M (molar). Cuando la solubilidad es superior a 0,1 M
(molar) se suele considerar la sustancia como soluble en el disolvente
considerado; por debajo de 0,1 M (molar) se considera como poco soluble o
incluso como insoluble si se aleja bastante de este valor de referencia.
La solubilidad depende de la temperatura; de ahí que su valor vaya siempre
acompañado del de la temperatura de trabajo. En la mayor parte de los casos, la
solubilidad aumenta al aumentar la temperatura.
Factores que determinan la solubilidad
Solubilidad en líquidos: al elevar la temperatura aumenta la solubilidad
del soluto gas en el líquido debido al aumento de choques entre moléculas
contra la superficie del líquido. También ocurre lo mismo con la presión.
Solubilidad de líquidos en líquidos: Al aumentar la temperatura aumenta
la solubilidad de líquidos en líquidos. En este caso la solubilidad no se ve
afectada por la presión.
Solubilidad de sólidos en líquidos: la variación de solubilidad está
relacionada con el calor absorbido o desprendido durante el proceso de
disolución. Si durante el proceso de disolución se absorbe calor la solubilidad
crece con el aumento de la temperatura, y por el contrario, si se desprende
calor durante el proceso de disolución, la solubilidad disminuye con la
elevación de temperatura. La presión no afecta a la solubilidad en este caso.
Unidades de medida
Puesto que la solubilidad es la máxima concentración que puede alcanzar un
soluto, se medirá en las mismas unidades que la concentración.
Es habitual medirla en gramos de soluto por litro de disolución (g/l) o en
gramos de soluto por cada 100 cc de disolución (%).
Aunque la unidad de medida se parezca a la de la densidad, no es una medida
de densidad. En la densidad, masa y volumen se refieren al mismo cuerpo. En la
solubilidad, la masa es de soluto y el volumen es de la disolución, de la
mezcla de soluto y disolvente.
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